SINGULARIDADES
Durante la Estación de Penitencia tiene lugar el Sermón de Jesús, del que hay constancia ya en el siglo XVIII, desde entonces se ha venido realizando contando con gran celebridad en tiempos pasados, durante el mismo se representan varios pasajes pasionistas como la Oración en el Huerto o la Sentencia de Pilatos y se interpreta los pregones de la Sentencia de Pilatos y del Canto del Ángel con antiquísima letra y música en la que parece tuvo que influir los franciscanos que tuvieron convento en la villa.
Desde tiempo inmemorial, la procesión llega hasta un lugar emblemático de la localidad como es la Plaza del Palacio, con amplio mirador abierto a la vega del Guadalquivir y la campiña, y bajo la cual discurría hasta 1950 aproximadamente el río Guadalquivir. Allí tiene lugar la bendición de Jesús a los campos y antaño también al propio río, momento de gran emotividad que tiene lugar en el amanecer del Viernes Santo. Antes de que Jesús imparta su bendición a los campos, el párroco hace una breve monición y el pueblo canta el Santo Dios, canto penitencial cuya versión cantillanera tomó Blas Infantes para la música del Himno de Andalucía en el tiempo en que fue notario de la localidad (1910-1923).
El cortejo procesional lo abre el muñidor tañendo una interesante esquila de plata fechada en 1698, cuyo sonido fue durante siglos el único acompañamiento musical de la procesión, la presencia del muñidor fue muy importante, por ello cuando durante el siglo XIX el cortejo como tal desaparece, siguió saliendo el muñidor con su campana, la pieza más antigua del patrimonio de la hermandad.
Delante de la cruz de guía se sitúan también los “pediores”, que durante la procesión van pidiendo limosnas entre los asistentes para el sustento del culto del Señor, singular figura recuperada en la Semana Santa de 2022, y cuya existencia se remonta al menos al siglo XVIII, según la documentación que se conserva, así como la interesante taza limosnera que para este fin tiene la hermandad, regalada por Cristóbal de Morales en 1739.
En la procesión, toma parte la Santa Mujer Verónica portando el paño con el rostro del Salvador impreso. La Verónica es encarnada por una joven hermana y se recuperó en el año 2022, representa la sexta estación del viacrucis, en la que se contempla como en la vía dolorosa, esta asiste al Nazareno que camina cargando su cruz camino del Calvario. La Verónica es una figura habitual de los antiguos ritos del Sermón de Pasión que desde 2022 forma parte del cortejo de la cofradía de Jesús Nazareno de Cantillana.
Hasta el comienzo del actual siglo, se representaba el encuentro acaecido en la Calle de la Amargura, interviniendo en el mismo la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la de Nuestra Señora del Consuelo que tradicionalmente acompañaba al Señor en su salida, tenía lugar en la calle San Bartolomé y era un momento muy esperado durante el cual se cantaban numerosas saetas.
Otro rito perdido es la estación que hacia el Nazareno en la cárcel de la villa (destruida hacía 1998) para bendecir a los presos, momento en el cual, según testimonios orales, en el pasado se ponía en libertad a un penado.
Hasta 1982 el paso de Nuestro Padre Jesús era llevado por “porteadores” a través de maniguetas, según la tradición, el paso había sido costeado por los pescadores del pueblo, oficio muy ligado al Divino Nazareno al que incluso de forma popular se le ha llamado “el Señor de los Pescadores”. Eran estos los encargados de portar las maniguetas, reservándose cada una de ellas para una familia determinada pasando de padres a hijos el lugar asignado y con él, el privilegio de portar en sus hombros la bendita imagen del Señor.
También es reseñable la existencia de un estilo autóctono de saeta, “la saeta cantillanera”, una saeta llana del siglo XIX, con la que generaciones de cantillaneros han rezado a Nuestro Padre Jesús en la madrugada del Viernes Santo.
PARA SABER MÁS
La cofradía alcanza su máximo esplendor en el siglo XVIII, como evidencia la pervivencia de las piezas más señeras del patrimonio que aún se conservan, entre ellas destaca sobremanera la riquísima cruz de carey en cuyo contrato se específica que se haga “del mejor carey que hubiere”. En este siglo se documenta por primera vez el Sermón de Jesús y tal devoción suscita el Nazareno que se tuvo que abrir una ventana a su capilla, para que los fieles pudieran venerarlo cuando el templo estaba cerrado, y según dicen, nunca estaba solo.
Durante el siglo XIX, la cofradía a causa de diversas circunstancias sociales y políticas deriva en un periodo de postración hasta que la familia Sarmiento asume la mayordomía de la hermandad, encargándose de ello a lo largo de gran parte del siglo XX. No decae por ello la devoción al Señor que precisamente en el siglo XIX protagoniza salidas de rogativas o de acción de gracias como las dos procesiones de junio de 1855 por el final de la epidemia de Cólera.
De las primeras décadas del siglo XX destaca el esplendor de los cultos cuaresmales, celebrados conjuntamente con la Virgen del Consuelo, conservándose de aquella época algunas coplas para los cultos.
En la Guerra Civil, la intervención heroica de dos devotos del Señor evitó que la imagen fuera destruida, sin que fuese necesario ocultarla. En 1957, el ayuntamiento rotuló una de las principales calles de la localidad con el nombre de “Nuestro Padre Jesús”, y en 1961 con motivo de la Santa Misión, el Señor salió en procesión y fue llevado hasta el barrio de “el Chito”. Como clausura de las misiones se celebró la Santa Misa en el centro de la Plaza del Llano que fue presidida por Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Soledad, Patrona de Cantillana.
En los últimos años de la década de 1970 se restructura la organización de la cofradía y se organiza una nueva junta de gobierno encabezada por Antonio Sarmiento Solís que emprende el proceso de elaboración de unas reglas; se realiza un nuevo paso para el Señor que en 1983 comienza a salir portado por costaleros y con acompañamiento musical.
En 1998 el Ayuntamiento concedió la Medalla de oro de la villa a Nuestro Padre Jesús, y en el 2003 fueron aprobadas las actuales reglas de la hermandad. Destacar de los últimos años la construcción de la casa-hermandad que fue culminada en el 2009, el incremento del patrimonio y la solemnidad de los cultos, así como la recuperación del cuerpo de nazarenos o la creación de una cuadrilla de mujeres portadoras para el viacrucis que se celebra en cuaresma.
FUNDACIÓN
Actualmente el dato más antiguo que tenemos de la hermandad, es de 1674, aunque su fundación posiblemente tendría lugar en la primera mitad de dicha centuria, en esta época se sabe que estaba establecida en la ermita de San Bartolomé, y que efectuaba procesión de penitencia en la madrugada del Viernes Santo como en la actualidad.
HABITO NAZARENO
El hábito de nazareno consiste en túnica morada de cola recogida en el brazo y cíngulo o cordón amarillo oro.
CULTOS
Los principales cultos de la hermandad son en Cuaresma consistente en un solemne Quinario en honor de Nuestro Padre Jesús Nazareno que culmina con la Solemne Función Principal de Instituto en la que los hermanos hacen Publica Protestación de Fe. En esa semana tiene lugar el devoto besapies del Señor y el viacrucis penitencial con la imagen del Señor que cada año toma un recorrido diferente visitando distintas calles por donde habitualmente no discurre la procesión de la madrugada.
En el mes de noviembre se celebra Santa Misa en sufragio de los fieles difuntos.
Según las reglas de la hermandad, la tarde del Jueves Santo, la ermita de san Bartolomé permanecerá abierta para que los fieles puedan venerar al Señor en su paso.
Aunque no sean cultos explícitos de la hermandad, destacar por su importancia la práctica de la devoción privada manifestada en las numerosas visitas que los fieles hacen al Señor durante todo el año, especialmente los viernes, día que tradicionalmente se asocia en Cantillana a Nuestro Padre Jesús, siendo costumbre de visitarlo en su capilla de San Bartolomé.
SEDE CANÓNICA
La capilla de Nuestro Padre Jesús se ubica en la cabecera de la nave de la epístola de la Iglesia de San Bartolomé, se trata del espacio más singular de este edificio mudéjar, puesto que se cubre con una bóveda de medio cañón decorada con unas interesantes pinturas de autor desconocido, fechadas en la segunda mitad del siglo XVIII que se ha puesto en relación con el circulo de Juan de Espinal o de Domingo Martínez. Estas pinturas con profusión de rocallas, motivos vegetales, ángeles, cartelas, filacterias, y las Arma Christi desarrollan un completísimo programa iconográfico sobre la devoción de Jesús Nazareno.
ICONOGRAFÍA
La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno es una talla de madera policromada, del siglo XVII y autor anónimo, inscribiéndose en el entorno de Pedro Roldan como delata los grafismos que presenta. Como parte consustancial de la imagen son los dos ángeles que lo escoltan, del siglo XVIII, la magnífica cruz de carey realizada por Diego Calvete en 1711 y la suntuosa túnica del siglo XVIII con bordados de estilo rocalla, los bordados más antiguos de la Semana Santa de Cantillana.
Esta venerada imagen despierta una enorme devoción en todo el pueblo cantillanero, una devoción intima, del día a día en su capilla, profundamente arraigada desde hace siglos en los habitantes de esta villa a los que les basta decir “el Señor” sin más apelativo para referirse a él.
NÚMERO DE HERMANOS
Inscritos: 1100 aproximadamente.
HORARIOS
Viernes Santo
Salida: 5.30h.
Bendición de los campos de Palacio; 7.45 h. aprox.
Estación en la Parroquia 8.00 h.
Recogida: 12.00 h.
Web
https://ntropadrejesuscantillana.blogspot.com/
Redes sociales
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Casa de Hermandad
Plaza del Palacio 15
Cantillana